"- Tío, diez por diez... ¿Cuanto es?
- Pues mil, gilipollas
- ¿Y qué quieres? ¿Un aplauso por averiguarlo?
- Pues sí, porque la cuenta la he hecho yo
- Ya, y te has equivocado
- ¿Pero que dices? Diez por diez son mil, porque se le añade siempre un cero de más
- Que no, cabrón. Diez por diez son mil ciento cincuenta, a ver si aprendemos matemáticas."
Imaginaros mi cara. Os juro que me habría encantado asomarme por la ventana y gritarles que diez por diez son cien, pero es que no podía. Me dio un ataque de risa ante la ignorancia humana. Esos chicos tendrían mi edad, o quizás un par de años más... A mi, aunque me pareció muy cómico, en realidad me daba vergüenza ajena.
La señorita Morphine ha vuelto (:
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